Los Raiders de Las Vegas se encuentran atrapados en un ciclo interminable de mediocridad en la posición de mariscal de campo, una situación que parece extenderse por al menos una temporada más. El draft del 2024, donde se seleccionaron seis mariscales de campo en las primeras 12 selecciones, dejó a los Raiders sin la oportunidad de agregar un joven talento bajo centro.
Un panorama desalentador
Aidan O’Connell
Si bien mostró algunos destellos en su temporada de novato (2218 yardas aéreas, 12 touchdowns, siete intercepciones), su rendimiento no inspira confianza como líder de la ofensiva. Su actuación más destacada fue una victoria por 63-21 sobre los Chargers, pero también tuvo derrotas por blanqueada y un juego de nueve pases completos para 62 yardas.
O’Connell tiene la ventaja inicial como titular, pero su falta de experiencia y consistencia generan dudas sobre su capacidad para liderar al equipo a largo plazo. Su estilo de juego conservador, basado en pases cortos y seguros, podría limitar el potencial ofensivo del equipo.
Gardner Minshew
Aporta mayor experiencia, pero su techo también está limitado. En su última temporada con los Colts, lanzó para 3305 yardas, 15 touchdowns y nueve intercepciones. Su mejor actuación fue una victoria por 23-20 contra los Raiders, donde lanzó para 223 yardas y un touchdown.
Minshew, conocido por su personalidad extrovertida y su capacidad para improvisar, podría inyectarle un poco de vida a la ofensiva de los Raiders. Sin embargo, su historial inconsistente y su tendencia a cometer errores bajo presión generan dudas sobre su confiabilidad como mariscal de campo titular.
Un equipo con potencial, pero sin un líder
Los Raiders cuentan con jugadores de élite en otras posiciones, como Davante Adams (receptor abierto), Maxx Crosby (ala defensiva), Christian Wilkins (tackle defensivo) y Kolton Miller (tackle izquierdo). Sin embargo, la falta de un mariscal de campo de calibre les impide alcanzar su máximo potencial.
La defensa como punto fuerte
La defensa de Las Vegas fue el punto fuerte del equipo la temporada pasada, ubicándose en el octavo lugar en DVOA defensivo. Detuvieron a sus oponentes en un promedio de 22.8 puntos por juego, la sexta mejor marca de la liga.
Sin embargo, la ofensiva, por otro lado, se ubicó en el puesto 27 en DVOA. A pesar de contar con un jugador como Adams, la ofensiva no pudo generar consistentemente puntos, promediando solo 20.8 puntos por juego, el 24º mejor de la liga.
La falta de protección de pase es otro factor que preocupa. Los Raiders permitieron 40 sacks la temporada pasada, la novena mayor cantidad en la liga. Esta presión constante dificultó la tarea de O’Connell y Minshew para lanzar con precisión y efectividad.
¿Un futuro incierto?
Si los Raiders no logran encontrar un mariscal de campo capaz de elevar el nivel del equipo, podrían quedar fuera de la carrera por un prospecto de élite en el draft del 2025. La última vez que la franquicia seleccionó un mariscal de campo en la primera ronda fue hace 17 años, con el desastroso caso de JaMarcus Russell.
La pregunta que queda por responder: ¿Podrán O’Connell o Minshew llevar a los Raiders a la siguiente etapa? ¿O será necesario buscar un salvador en el futuro?
La respuesta no es clara. O’Connell y Minshew tienen sus limitaciones, pero también han demostrado tener la capacidad de ganar partidos. La decisión final dependerá del nuevo entrenador en jefe Antonio Pierce, quien deberá evaluar a ambos jugadores y determinar cuál es la mejor opción para liderar la ofensiva del equipo.
Sin embargo, una cosa es cierta. Los Raiders no pueden seguir conformándose con la mediocridad en la posición de mariscal de campo. Si quieren volver a ser un equipo contendiente, necesitan encontrar un jugador que pueda elevar el nivel de la ofensiva y llevarlos a la victoria.